El Santuario de Pinós se encuentra a pocos metros del centro geográfico de Cataluña. Mirador privilegiado en Norte y Sur, este punto de 900 metros de altura “en medio de la nada y del todo” es todavía hoy un lugar de peregrinaje. Han cambiado sus formas, pero los devotos que siglos atrás subían a oír misa, se han convertido hoy en motoristas y ciclistas que desayunan copiosamente en el hostal más antiguo de Catalunya que nunca ha dejado de servir comidas desde la su apertura, en 1524.
Edificado en 1312 por caballeros templarios, la administración del santuario pasó pronto a manos hospitalarias. El templo, de factura gótica, tiene una sobria fachada con un frontón sostenido por dos columnas estriadas. Aparte del restaurante, junto a la iglesia encontramos las dependencias que servían de hospedería a los peregrinos y que hoy son la sede del consistorio municipal. Del retablo barroco, desaparecido durante la Guerra Civil se conserva la mesa del encuentro de la Virgen, así como la virgen policromada, situada en el camarín.