Conocida como La Catedral de Els Pagesos, esta iglesia situada en un extremo del municipio de Pinós, conserva uno de los secretos más espléndidos del Solsonès. En su interior (monumental si tenemos en cuenta la población diseminada de las casas que tiene en unos pocos kilómetros a la redonda) se preservan cinco retablos barrocos, cuatro de ellos de la estirpe de los Pujol. Por eso hay quien la ha bautizado también como “la catedral de los Pujol”.
El único retablo no atribuible a la estirpe de Gurb es el del Santo Cristo (c. 1682), situado en la primera capilla del lateral derecho. Enfrente se sitúa el de Roser (1730), obra de Segimon Pujol, dorado casi noventa años más tarde. Las otras dos capillas laterales tienen, por delante, los retablos de Sant Miquel Arcángel y de Sant Isidre, fechados ambos de 1789. Si el retablo del Roser era de estilo narrativo y se ha preservado sin pérdidas, estos dos son de factura neoclásica con rasgos abarrocados, y las esculturas que enmarcaban fueron quemadas durante la Guerra Civil.
Pero el retablo verdaderamente impresionante del templo es el del altar mayor, obra de José Pujol i Juhí, fechado en 1794. Presidido por la figura de Sant Pere, patrón de la parroquia, su figura aparece rodeada de los cuatro evangelistas, de los apóstoles y de Sant Pau, en una disposición piramidal llena de dinamismo.